Crítica: Falling Down - Un día de furia

Más de alguna vez nos hemos aburrido de tener una vida rutinaria y monótona, de una sociedad moderna en decadencia, de las mentiras descaradas de la gente o de empresas que generan ganancias con publicidad engañosa, etc. Podría seguir escribiendo pero no es necesario, ya que cada quien sabe que es lo que nos aburre y que es lo que nos podría llevar a un punto máximo de furia, capaz de volver una mente tranquila en una mente desquiciada y carente de conciencia, con el único fin de descargar la ira acumulada a lo largo de los años.

Esta película define perfectamente la frustración y enojo de una persona como cualquiera de nosotros que al ser llevado a pasar día a día por la humanidad, los ruidos de la ciudad, el abandono y una serie de sucesos desagradables, decide enfrentar violentamente la realidad de un mundo en decadencia.



El protagonista William Foster (Michael Douglas) es un trabajador de una empresa de defensa, con un cierto grado de desequilibrio mental imperceptible a simple vista, que solo la tensión y el enojo pueden llevar a hacer de el una especie de sicópata, con tendencias asesinas incontrolables. En español esta película fue traducida como un día de furia, que resume perfectamente la trama, ya que todos los sucesos se producen el día del cumpleaños de su hija, en que William solo quiere ir a darle su regalo, pero su ex esposa se lo impide. Esto y otros hechos, hacen que el protagonista explote en enojo y se transforme en una especie de Travis Bickle(Taxi driver) pero mas al chancho, descargándose con todo aquel que se cruce por su camino.

Podemos decir que esta película es mas bien una crítica a la sociedad actual, mostrándonos en su transcurso hechos comunes que la mayoría de nosotros hemos vivido mas de alguna vez, que nos han hecho pensar fríamente pero nuestra conciencia nos impide reaccionar violentamente, siendo nuestro único consuelo desahogarnos en nuestras mentes. Es más, probablemente a mas de alguno le identifique este film sintiendo que el protagonista tiene la capacidad de hacer y decir lo que mas de alguna vez hemos pensado en momentos de enojo.